Cuidar la alimentación es importante en cualquier franja de edad. Pero cuando acudimos a una residencia para mayores en Sevilla debemos de buscar una que realmente cuide este aspecto. Es necesario que la dieta sea variada y adaptada a las necesidades de cada usuario, para que pueda estar sano y seguir disfrutando de esta etapa de su vida.
Son varios los cambios físicos producidos por el envejecimiento que acaban cambiando nuestro día a día. Todo ello acabará influyendo en nuestra salud y nutrición:
- Cambios en la composición de nuestro cuerpo. Suele aumentar la grasa en el organismo y la pérdida progresiva de tejidos como la masa muscular y ósea. También hay una reducción de agua corporal total, lo cual hace que la regulación de la temperatura sea más inestable.
- Tacto gastrointestinal. Procesos digestivos y de absorción acaban ralentizándose. Todo ello acaba teniendo consecuencias en la absorción de vitaminas y nutrientes como pueden ser el calcio o el hierro. También habrá que vigilar las comidas para evitar que se atraganten o haya una pérdida del apetito. Todo ello acabará produciendo estreñimiento, anemia y otra serie de problemas de salud.
- Gusto y olfato. El paso del tiempo hace que las papilas gustativas se atrofien, a la vez que también tenemos un menor sentido del olfato. Como consecuencia hay una menor motivación a la hora de comer, llegando a percibir incluso de forma diferente los alimentos dulces.
- Interacción entre nutrientes y fármacos. La utilización constante de medicamentos puede hacer que las personas mayores acaben perdiendo el apetito o incluso provocar nauseas y vómitos. Todo ello hace que la absorción intestinal no se lleve a cabo como debería.
Necesidades nutricionales en la tercera edad.
Para evitar que haya problemas en la nutrición habrá que prestar atención a:
- Vitamina D. Su falta puede dar lugar a anemia, por lo que deberán de comer legumbres, verduras, frutas, cereales… A su vez, también es recomendable tomar 20 minutos el sol al día.
- Vitamina B12. La falta de esta vitamina puede conllevar un deterioro cognitivo, por lo que será indispensable tenerla siempre en buenos niveles. Se consigue a través de cereales, carnes, pescados y mariscos.
- Calcio y fósforo. Son minerales que nos ayudan a tener en buen estado nuestros huesos, por lo que debemos de tenerlos siempre presentes en nuestra dieta. Están en lácteos, derivados de la soja, pescados y frutos secos.
- Es un antioxidante que nos ayuda a regular nuestro sistema inmune. Para conseguirlo debemos de tomar pescado, marisco, carne, huevos, quesos curados, cereales y legumbres.
- Es habitual que las personas de la tercera edad sufran estreñimiento. Por lo que necesitan ingerir fibra mediante el pan y los cereales integrales. También con las frutas y verduras.
- Hace que el riesgo de sufrir hipertensión sea mucho menor. Para ello hay que tomar menos sal y aumentar las frutas y los vegetales.
Tener una buena dieta es indispensable si queremos disfrutar de la tercera edad. En una residencia para mayores en Sevilla vigilarán qué alimentos son más aptos para cada uno de los usuarios, consiguiendo un menú variado que les aporte todo lo que necesitan para que puedan tener una buena salud.